Aprovechando el nuevo marco internacional, Uruguay ha presentado ya seis acciones de mitigación apropiadas a nivel nacional (nama), por lo que puede considerarse como pionero. Según el registro que lleva la cmnucc de las nama que necesitan apoyo financiero para su preparación, tres de las seis presentadas a la fecha corresponden a nuestro país.40 De estas tres propuestas, una fue presentada por la dne-miem y consiste en la generación energética a partir de residuos agroindustriales; otra es de la Dirección Nacional de Vivienda (dnv-mvotma) para reducir los gei por reducción del consumo de energía de la red eléctrica, mediante la utilización de energías renovables (eólica y solar); una tercera propuesta, también de la dne, consiste en un programa de integración de energía eólica por un total de 1000 mw que asegure estándares de calidad y servicios adecuados. En el mismo registro, pero para el caso de proyectos más avanzados que necesitan apoyo para su implementación,41 Uruguay tiene una solicitud presentada. Se trata también de un proyecto presentado por la dne para introducir la energía fotovoltaica y volcarla a la red eléctrica nacional.
Finalmente, en la sección de estudios de prefactibilidad de nama , 42 Uruguay una vez más se destaca en el contexto internacional al haber presentado dos propuestas de un total de cuatro: un proyecto de terminal de gas natural licuado y regasificadora y el estudio de participación de las energías renovables en el mix de generación eléctrica nacional, ambas de la dne . Recientemente, la dne ha preparado una nueva propuesta de nama, orientada a fortalecer la utilización de la energía solar térmica poten - ciando el Plan Solar, en un proyecto que apunta a la incorporación de 4000 colectores solares por año. En 2009 se creó el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático y la Variabilidad (snrcc), a través del decreto 238/009, como un nuevo ámbito de coordinación horizontal de acciones de instituciones públicas y privadas para la prevención de riesgos, la mitigación y la adaptación al cambio climático. El Grupo de Coordinación está integrado por repre - sentantes del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (mvotma), el Ministerio de Relaciones Exteriores (mrree), el Ministerio de Economía y Finanzas (mdf), el Ministerio de Defensa Nacional (mdn), el Ministerio de Industria, Energía y Minería (miem), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (mgap), el Ministerio de Salud Pública (msp), el Ministerio de Turismo y Deporte (mtd), la Ofici - na de Planeamiento y Presupuesto (opp), el Sistema Nacional de Emergencias (sne) y el Congreso Nacional de Intendentes. Se definió además la conformación de una comisión asesora ad hoc coordinada por el mvotma, integrada por técnicos de ministerios, instituciones académicas, técnicas, de investigación, de organizaciones no gubernamentales ambienta listas y del sector productivo, así como por expertos nacionales. Una actividad principal del snrcc ha sido la elaboración del Plan Nacional de Respuesta al Cambio Climático, presentado públicamente a principios del 2010. El Plan es el marco estratégico que identifica las acciones y medidas necesarias para la adaptación a los impactos deriva - dos del cambio climático y la variabilidad, así como la mitigación de las emisiones de los gases de efecto invernadero. En este plan se identificó como una vulnerabilidad relacionada con el sector Energía la mayor variabilidad de caudales de cursos de agua y volúmenes de represas, con la consiguiente disminución en la capacidad de generación y aumento de costos. En lo que se refiere a mitigación, el Plan identifica medidas para distintos sectores. Son relevantes al sector energético la diversificación de la matriz promoviendo fuentes renovables, la promoción de la eficiencia energética y otros elementos de la Política Energética.
Cambio climático en Uruguay
Inundaciones, violentas granizadas, sequías, feroces temporales: el tiempo no cesa de buscar su lugar en la vida cotidiana de los uruguayos. Pero esta sensación generalizada de que el clima está cambiando a pasos agigantados, según los expertos, aún no es verificable científicamente en nuestro pequeño territorio. Hay algunas tímidas transformaciones, es verdad, pero sobre todo la creciente mediatización de los informes del tiempo y una lucha frenética por el rating.
Existe una percepción general en la población de que el clima ha perdido la cordura. De que ya nada es previsible bajo el cielo, porque además de que los pronósticos meteorológicos han resultado en los últimos tiempos algo erráticos, las condiciones climáticas están siendo desconcertantes: veranos invernales y otoños de playa, ciudades que se inundan en horas, sequías que jaquean la economía, granizadas que muelen en minutos los techos de un pueblo entero, temporales que arrasan con todo y cobran vidas humanas.
Sin embargo, para los expertos se trata sólo de un fenómeno de percepción. O mejor dicho, no se puede decir científicamente que el clima de Uruguay ha cambiado.
En nuestro país, por ejemplo, las precipitaciones aumentaron a fines del siglo pasado un 20 por ciento, la temperatura casi un grado y el mar ha subido 11 centímetros. Montevideo registra un avance marino importante y sostenido. Se observó que entre 1992 y 2004 el lugar de océano abierto que más creció en todas las Américas es justo enfrente al Río de la Plata.
Las posibles consecuencias de este avance del mar no sólo se evidencian en centímetros, “cuando haya un temporal el agua va a llegar más adentro y va a romper más. Va a repercutir directamente en la obra civil”, dice Caffera. Pero también puede perjudicar algunos humedales como los de las lagunas de Rocha. “El riesgo potencial de una invasión de agua salada fuera de época es mayor y eso atentaría contra ese ecosistema de un modo que no me es posible evaluar, pues no soy idóneo para ello”, asegura.
Cuando hablamos de inundaciones hablamos de problemas urgentes, de casas hundidas en el agua en apenas horas, de familias enteras que quedan en la calle y sin nada. Las inundaciones de 2001-2002 causaron en Uruguay unos 3 millones de dólares en gastos y daños. Desde el punto de vista técnico se sabe que aquí las inundaciones son casi siempre de evolución rápida, aunque el daño es siempre muy alto.
En el otro polo están las sequías, que si bien tienen una instalación lenta y paulatina, generan un impacto mucho más devastador y peligroso. Es el evento de mayor perjuicio económico y social porque sus efectos son mayores que los costos de las pérdidas directas. Sobre todo en el sector agropecuario. La registrada en 1999-2000, por ejemplo, según un estudio realizado por la DINAMA, produjo pérdidas por 210 millones de dólares.
Fuentes
http://www.uruguayambiental.com/articulos/ErosaUruguayCambioClimatico.html
http://www.aecid.org.uy/wp-content/uploads/2014/04/Informe-Medio-Ambiente-y-Energ%C3%ADa-en-Uruguay.pdf
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